50 cuartos

Si bien es conocido que la calidad y la textura de una polaroid da cierto aire de nostalgia, también debe saberse que esa misma produce cierto efecto de invasión a la privacidad, a la captura de un momento en específico y su exposición fuera de su espacio-tiempo. Lo cual la convierte en un excelente material para fotografíar situaciones excitantes y provocadoras, sea cual sea el contexto de ellas.

Dar ese aire de intromisión produce un morbo que muy pocas veces acompaña a esas sesiones de la industria pornográfica donde todo parece tan falso, desde los senos hasta los orgasmos. Sentir que estuvimos ahí en el momento en que fue tomada, ver el escenario donde se realizó la foto, sentir un poco el ambiente del lugar, hasta poder sentir empatía con el fotográfo en un cierto punto y llegar a pensar lo que estaba pasando por su cabeza en ese momento, este sentimiento de inclusión es lo que llega a provocar sensaciones bastante agradables.

 

A lo que quiero llegar es a anunciar la página de Fifty Rooms que es donde varios fotógrafos no sabría decir si profesionales o amateurs, dejan sus polaroids para nuestro deleite personal (o grupal, todo es válido en estos tiempos).

¡Ojo!, con todo lo que escribí arriba no aseguro que en todas las galerías salgan chicas hermosas, de hecho en algunas ni siquiera son chicas las que salen, pero la verdad es que si hay muchas muy buenas, como la de Toni y Zoé o la de Tod Brilliant, por si quieren checarlas.