Ya se llegó al final de un conteo que pensé que no iba a poder acabar, las palabras se fueron acabando poco a poco y no pensé que hablar de mí canción favorita del año iba a ser tan difícil. Difícil tal vez porque no se por donde empezar a hablar de ella.
Hace como 6 meses todos me decían que tenía que ver el video de esta canción que era “genial”. Y sí lo es, pero más genial se me hace la facilidad con la que el trío sueco y la ex-concrete Victoria Bergsman componen una canción sin fallas, que entra en cualquier lugar, que bien puede posarse junto a las grandes canciones pop de siempre.
Una conversación entre dos extraños que intentan conocerse, pero que como todos los humanos actúan con cautela, hasta que se dan cuenta que en realidad necesitan dejarse llevar por el instinto, sin importar lo que haya pasado. Un tema simple pero que se conecta con cualquiera.
La melodía es increíble. Si no me creen, traten de no silbar.
En México por ahí de la década de los 80´s estaba muy de moda un pop conocido como pop adulto, en el cual sonaban cosas como el desamor y el amor, con una sobrecarga de dramatismo impresionante.
Así se oye esta canción de Robyn, una sueca que rondaba el canal de videos musicales local hace mucho tiempo, ahora acompañando a la composición de Kleerup para crear una de las mejores canciones del año.
Robyn nos canta y nos pone en una situación en la que tal vez muchos hemos estado, de reprimir el dolor, la ansiedad que causan las relaciones, de hacernos los fuertes para no mostrar debilidad, de pensar que todo se puede arreglar, de luchar porque todo esté bien pero que al final repetitivamente solo nos damos cuenta que duele con cada latido del corazón.
Algo que he aprendido con el paso del tiempo es que los sermones nunca sirven de nada, el hecho de decir -te quiero ayudar porque yo ya lo viví- es casi como decir -¡hazlo!, tienes que probarlo para entenderme- y “Trains to Brazil” se reduce a eso… un sermón. Que las letras esperanzadoras y los inicios lúgubres, etc, etc, etc… está demás. Guillemots sabía que había caído en el error de sermonear y quiso arreglarlo con su video, para dejar ver que, obviamente nadie les iba a hacer caso, en su juego de educar.
Pero como todo sermón alguna pequeña parte de él se te pega, te llega y te hace reflexionar cuando maduras y puedes entenderlo.
Un caso típico de sensibilidad indie, que tal vez sorprenda a unos y a otros solo los dejé con un agradable sabor de boca. A mí la verdad es que la música me fascina, la letra no me sorprende pero me llega por la actitud de la voz. Y yo creo que por ese conjunto de cosas está en el top 3 de mi lista.
La repetición se te marca en el cerebro y te deja una huella permanente. Las frases sencillas y sin complicaciones suelen funcionar bastante bien para escribir algún éxito musical.
“We are your friends” aplica las dos fórmulas, Justice y Simian hacen una canción simple, divertida, repetitiva pero nunca aburrida y mucho menos cuadrada. Una canción para bailar simplemente, una canción positiva, que te hace sentirte bien con los demás…obviamente.
Desde la primera vez que oí la canción le agarraba un cierto tono de burla a la canción, una burla con algo de honestidad, y esto lo comprobé al ver el video que hicieron para la canción. Era como realmente imagino a una verdadera amistad, alguien que te chinga la madre, para reírse a costa tuya, pero que está ahí contigo.
Video del año en MTV Europa, por si a alguien le interesa.
Futuresex/Lovesounds a elevado el estándar de calidad para el chart pop americano, Justin Timberlake de la mano de Timbaland han producido un disco, que si bien tiende a perderse llegando casi a su final, contiene una gran cantidad singles que pueden funcionar en muchos niveles.
“My love” es uno de ellos, siguiendo a la fabulosa “Sexyback” que nadie esperaba, viene esta balada que inicia con Timberlake cantando como chica -If i wrote you a symphony/ just to say how much you mean to me- para dar paso a una típica declaración de amor, al estilo de cualquier muchachillo adolescente.
La producción de Timbaland es impecable como en casi todos sus éxitos, ahora llevando un ritmo más tranquilo… la balada romántica.
No sabría especificar que es lo que hace tan especial a esta canción, tal vez sea la manera en que todos sus elementos se conjugan para funcionar de la manera adecuada, tal vez sea el hecho de que Timbaland hace magia dentro del estudio y le pone más fácil el camino a Justin, o tal vez él sabe escoger bien a la gente que lo respalda.
En fin la canción llega, sea lo que sea.
la marcha de las anorexicas 
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