Nunca he sido muy dado a estar en familia, de hecho por no ser por un par de primos y unas tías buena onda ni tendría contacto con ellos. Pero algo que tengo mucho en mente es que de niño todo era amor y dulzura dentro de ella, nadie estaba peleado con nadie y nadie criticaba a nadie, pero a raíz de la muerte de mis abuelas, las dirigientes de cada una de las respectivas familias, cada cena familiar es criticar y sacar las horribles personalidades de primos, tíos, sobrinos, cuñados, etc, etc, etc. Platicas que en mi infancia nunca hubiera imaginado que sucederían en esa mesa donde todos comíamos tan felices. Bueno todo eso sólo me da la razón de que hasta en tu misma familia pueden hablar mal de tí. De seguro de mí dicen pestes porque nunca los frecuento.
la marcha de las anorexicas 